lunes, 25 de febrero de 2013

Vuelvo

Sentado.
Sentado de nuevo mientras me azota la realidad de nuevo.
Has sido un oasis en esta locura rutinaria.
Ya no puedo rozar tu mano con las yemas de mis dedos. Ya no puedo olerte y sentirme protegido. Ya no pudo esperar que me robes una mirada furtiva entre tanta gente.
Me has regalado una infinidad de momentos inolvidables las últimas horas. Los dos lo sabemos.
Nunca lo olvidaré.
Quizá seas mi oasis, mi salvación en esta locura de vida.
Aún no lo sé. Pero intuyo cosas que nunca había intuido, o al menos no de esta manera.

Me vibra el móvil. Me da un vuelco al corazón.
Volvemos a las andadas. Vuelvo a no tenerte. Vuelvo a pensarte hasta el desquicio. Vuelvo a intuirte a mi lado. No puedo evitar entristecerme al recordar las últimas palabras que han salido de nuestras bocas. Por mi parte, de las más sentidas que he dicho nunca. Ha sido perfecto. Lo seguirá siendo mientras seamos tan auténticos el uno con el otro.

Gracias por aparecer.